
Lo que nadie te dice cuando te pones a buscar trabajo (y necesitas saber)
Hay un momento en que lo decides: “Voy a buscar otro trabajo”. Tal vez fue por hartazgo, por crecimiento, porque te despidieron o simplemente porque sentiste que ya no era ahí.
Sea cual sea el motivo, hay algo que muchos descubren demasiado tarde: la búsqueda de empleo es un proceso exigente, emocional y —si no sabes en qué te estas metiendo— puede volverse frustrante.
Quiero contarte las verdades que necesitas saber si estás por empezar (o ya estás en) una búsqueda laboral. No para desmotivarte, sino para que vayas con los ojos abiertos y puedas armar tu mejor estrategia.
1. No basta con enviar el CV
Es una de las primeras trampas: creer que actualizar tu currículum y postular todos los días es suficiente.
Spoiler: no lo es.
El mercado está lleno de profesionales bien preparados, con buen perfil y experiencia. Lo que marca la diferencia no es qué haces, sino cómo lo comunicas. Tu CV y tu perfil de LinkedIn son herramientas, no soluciones. Lo que realmente importa es tener una estrategia clara, saber qué tipo de oportunidades buscas y cómo llegar a ellas.
2. Tu red de confianza vale oro
No necesitas conocer a 500 personas en cada industria. Necesitas activar tu red de confianza: gente que te conoce, que cree en ti y que puede darte visibilidad o referencias.
Muchísimas oportunidades laborales no se publican. Se mueven por recomendaciones, conversaciones informales y búsquedas internas. Y no, no es “pituto”. Es saber presentarte como una solución a un problema, con humildad y claridad.
3. La búsqueda es emocional, no solo racional
Estás enfrentando incertidumbre. Y eso, aunque no lo digas, pesa. Dudas, silencios después de entrevistas, rechazos sin explicación… todo eso impacta tu ánimo, tu seguridad, tus ganas. Por eso necesitas una rutina, hábitos que te mantengan activo/a y una mentalidad enfocada en el proceso, no solo en el resultado.
Esto es algo que trabajamos mucho con mis clientes en sesiones: cómo sostenerse emocionalmente durante la búsqueda.
4. No necesitas aplicar a todo lo que aparece
Postular por ansiedad a cualquier cosa te lleva a dos lugares: frustración o entrar a otro trabajo que no quieres. En vez de hacer volumen, haz foco. Y si un aviso no dice el nombre de la empresa, no tiene claridad en el rol o no te genera entusiasmo, tal vez no vale la pena invertir tiempo en él.
5. No estás solo, aunque a veces lo parezca
Muchas personas que han estado donde tú estás ahora, sintieron lo mismo: incertidumbre, miedo, desgaste. Y muchas de ellas lograron encontrar un trabajo que sí las representa, donde se sienten valoradas y con espacio para crecer. Ese camino empieza con una decisión: tomar en serio tu proceso, prepararte bien y rodearte de personas que te ayuden a avanzar con dirección.
Si estás por comenzar o ya estás en búsqueda, no tienes que hacerlo a ciegas. Hay un camino, hay herramientas, hay una forma de hacerlo más claro, menos solitario y por consecuencia más efectivo.
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