La mayoría de las personas cree que buscar trabajo es enviar un buen CV y esperar que algo pase. Pero quienes realmente logran dar un salto profesional saben que hay mucho más detrás: claridad sobre quiénes son, una narrativa profesional sólida y una estrategia inteligente para acercarse a las oportunidades adecuadas.
Con la irrupción de herramientas de IA generativa como ChatGPT, Claude o Gemini, hoy cualquier profesional puede acceder a una especie de coach disponible 24/7, capaz de ofrecer ideas, desafiar tu mirada y ayudarte a tomar mejores decisiones en tu carrera. Eso sí, el impacto no está solo en usarla, sino en saber cómo usarla.
Hay un momento en que lo decides: “Voy a buscar otro trabajo”. Tal vez fue por hartazgo, por crecimiento, porque te despidieron o simplemente porque sentiste que ya no era ahí. Sea cual sea el motivo, hay algo que muchos descubren demasiado tarde: la búsqueda de empleo es un proceso exigente, emocional y —si no sabes en qué te estas metiendo— puede volverse frustrante.
Hablar con clientes que han vivido en ambientes laborales tóxicos me ha enseñado una cosa: este problema es más común de lo que parece. Las historias suelen ser parecidas, aunque los detalles varían.